PLC y PAC: ¿cuál es el idóneo para usted?
En una encuesta llevada a cabo por el proveedor de siropes de sabores Monin, en octubre de 2017, se llegó a la conclusión de que el 61 por ciento de los británicos prefiere el café al té.
El té y los británicos siempre han ido de la man, por lo que no es de extrañar que este descubrimiento sorprendiera a mucha gente. El descubrimiento es un magnífico ejemplo de cómo algo nuevo puede superar a lo tradicional.
Al igual que el té y el café, los PLC y los PAC se utilizan para el mismo propósito. Son ordenadores industriales que se han adaptado para su uso en entornos de fabricación. Ambos sistemas pueden controlar equipos de automatización en fábricas con un alto nivel de fiabilidad. Los PLC se han usado en las industrias manufactureras desde hace más de 40 años. Los PAC son de incorporación más reciente al mercado de la automatización y, por lo general, son sistemas más complejos que los PLC. No obstante, muchos profesionales del sector creen que PAC es tan solo otra denominación para un PLC de vanguardia, ya que los avances de las nuevas tecnologías han acortado la distancia que separaba a uno del otro.
La mayor diferencia entre los PLC y los PAC reside en la forma en que se programan. Los PAC se programan usando C y C++, lo que hace que sean más adaptables y eficientes. Por su parte, los PLC se programan usando lógica en escalera, un lenguaje de programación que utiliza símbolos que representan un esquema eléctrico de relés. Esta forma de programar es secuencial, lo que hace que los PLC sean bastante inflexibles. La forma de programar estos dos tipos de ordenadores da lugar a distintas capacidades para cada uno de ellos.
Los PLC son dispositivos basados en microprocesadores individuales. Suelen estar programados para llevar a cabo escaneos de ejecución sencillos, pero disponen de una memoria limitada y de una capacidad discreta de entrada/salida (I/O). Esto hace que los PLC resulten perfectos para controlar aplicaciones sencillas con requisitos de I/O mínimos. Los PLC deben usarse para esquemas de control básicos en los que no sea necesario un complejo control analógico ni de movimiento. En otras palabras, no hay necesidad de pagar más para adquirir un PAC si la aplicación no requiere un mayor nivel de funcionalidad.
Sin embargo, los PLC se están desarrollando para disponer de más funciones. Los PLC modernos cuentan con redes integradas que permiten usarlos para comunicarse con otros PLC, así como con interfaces hombre-máquina (HMI), y sistemas de control supervisor y de adquisición de datos (SCADA). Un PLC puede bastar para dar respuesta a todas las necesidades de automatización del director de una planta.
Los PAC son el equivalente a una inyección adicional de cafeína porque normalmente usan dos o más procesadores. En este sentido, usar un PAC podría equipararse al uso de un PC y un PLC conjuntamente. Los PAC están compuestos por varias aplicaciones informáticas, lo que hace que su programación sea más flexible. A diferencia de los PLC, pueden ejecutar multitareas fácilmente, trabajando en diferentes dominios como el movimiento, las aplicaciones discretas y el control de procesos.
Los PAC también se usan por su interoperabilidad. Resultan óptimos para aplicaciones de grandes dimensiones, pero también se pueden utilizar en otras más pequeñas. Su diseño modular hace que sean útiles para simplificar los procesos de expansión, dado que resulta fácil añadir o eliminar componentes. Su compatibilidad con otros componentes permite a los PAC comunicarse con otros PLC, así como con sistemas informáticos de alto nivel, como sistemas de ejecución de fabricación (MES) y sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP).
Los programadores están empezando a mejorar los PAC integrando aplicaciones de terceros y control en tiempo real. Quizá pronto las empresas sean capaces de ejecutar aplicaciones para ordenadores, como Windows, en tiempo real. Esto maximizaría la flexibilidad, además de integrar el control y la información. Usar los PAC junto con otras redes puede mejorar la eficiencia de la empresa en su conjunto.
Del mismo modo que puede apetecernos un expreso cuando nos levantamos, pero escogemos una taza de té como estimulante por la tarde, la idoneidad de los PAC y los PLC depende del momento y del lugar. Sin embargo, eso no significa que debamos elegir entre tener uno o el otro. Facebook